La noche del sábado pasado las paredes de la Pinacoteca Universitaria fueron invadidas por la instrumentación, armonía y melodía del jazz a través de la fotografía. Fue inaugurada la exposición fotográfica “Fotojazz” de Gonzalo Vidal, con una gran aceptación por parte del público.
Para iniciar con la inauguración, Diana Peña, organizadora del Festival Internacional de Jazz en Colima, habló de cómo este género ha ido creciendo en nuestro estado; a través de presentaciones, documentales, conferencias y programas de radio, se ha ido fomentado el gusto de este género entre el público colimense.
Posteriormente, Alfonso Cabrera Macedo, director de la Pinacoteca Universitaria, expresó: “Las artes visuales tienen una especial vinculación con la música (…) en este caso, la música aparte de musa, entra de modelo, en la obra se juega con los músicos, las sombras, las luces y los instrumentos”.
Finalmente, el fotógrafo Gonzalo Vidal, en una intervención muy breve agradeció a quienes hicieron posible la exposición, especialmente a Gilda Callejas Azoy, directora de Arte y Cultura de la Universidad de Colima. Señaló que sus fotografías son de película analógica digitalizada y que son antiguas. Sin más preámbulos nos invitó a disfrutar la exposición. Después de los aplausos, el fotógrafo abrió la puerta de la sala e ingresó a ella seguido de todos los espectadores.
Gonzalo, de origen chileno pero cubano de corazón, nos muestra -a través de su mirada- momentos representativos de grandes festivales de jazz en La Habana, Cuba. Son 24 imágenes tomadas entre 1988 y 1994, donde se aprecian grandes personajes del jazz como Dizzy Gillespie, trompetista, cantante y compositor estadounidense; el percusionista cubano José Luis Quintana, mejor conocido como “El changuito”; Arturo Sandoval , trompetista y pianista cubano; entre otros de igual importancia. Además de la foto, podíamos ver también una breve reseña del personaje fotografiado.
En las imágenes en blanco y negro quedaron plasmados los músicos en acción, ejecutando sus instrumentos: saxofón, trompeta, bajo, guitarra, contrabajo, todos con pasión claramente evidenciada en sus expresiones. Tiene un gran mérito saber captar el momento perfecto para que una imagen sea capaz de hablar por sí sola y transmitir a quien la observa, Gonzalo lo logró.
Es una fotografía histórica, no sólo por la antigüedad de las imágenes sino porque una vez apretado el botón lo captado se vuelve parte del pasado, jamás se repite la misma situación; también es narrativa ya que a través de ellas podemos recrear una historia: las imágenes se interrelacionan remitiéndonos a un contexto; finalmente, es conceptual y artística, atrapando al jazz en su máxima expresión.
Visite la exposición y juzgue por usted mismo.
